Antes de empezar a contar nada sobre este tema deberíamos conocer que es lo que significa, Folklore, y que entendemos.
El término hace referencia al conjunto de las creencias, prácticas y costumbres que son tradicionales de un pueblo o cultura. Se conoce como folklore, además, a la disciplina que estudia estas materias.
El folklore incluye los bailes, la música, las leyendas, los cuentos, las artesanías y las supersticiones de la cultura local, entre otros factores. Se trata de tradiciones compartidas por la población y que suelen transmitirse, con el paso del tiempo, de generación en generación
http://definicion.de/folklore/
Ya conocemos lo que significa Folklore, pero lo que nos interesa a nosotros conocer no es el folklore sino.
¿Qué es un texto folklórico?
Nunca son textos originales son versiones adaptaciones ( el tipo de adaptaciones las vemos en el bloque III). Son textos que se van pasando de boca en boca, por ello no se mantienen idénticos, sino que sufren modificaciones.
Al ir pasando de boca en boca, se van añadiendo cosas, quitando, por ello ¿Por qué deberían ponerse por escrito?
Si de verdad se quiere conservar un texto, se debe poner por escrito, porque si es algo de interés, el que este plasmado en un documento hará que no se olvide que siempre se pueda recordar. Al ir pasando de boca en boca se va desvirtuando por ello, el plasmarlo ayuda a que no se desvirtué más.
Una característica de estos textos es que sus personajes son planos. Son planos aquellos personajes que siempre se comportan de la misma manera, no evolucionan y nos muestran un único aspecto de sí mismos, por lo que sus actuaciones son siempre previsibles.
Como hemos visto los textos folclóricos no tienen un autor concreto, sino que está hecho por el pueblo, por lo son textos que se pueden cambiar fácilmente debido a su transmisión oral. A lo largo de los años se han ido transmitiendo, y las costumbres e ideas han ido cambiando, lo que produce que estos textos también.
Con esto podemos decir que no sabremos en realidad cual es el texto original, quizás el texto que se cree que es el original, a lo mejor ya es una adaptación.
Con esto podemos decir que no sabremos en realidad cual es el texto original, quizás el texto que se cree que es el original, a lo mejor ya es una adaptación.
Blancanieves fue el primero texto folklórico, para poder traspasarlo a película sufre modificaciones, la última película de Blancanieves comienza siendo débil, pero al final va a luchar contra su madrastra, esta es una visión totalmente distinta a la que tenemos en Disney la cual se estreno en 1937- 1938 en español.
Otro texto folklórico, es Rapuncel, cambio del libro a la película, Liberan a Rapuncel del concepto de Machismo. La que muere en el cuento es la madrastra.
Hemos visto que es un texto folklorico pero ahora deberiamos hablar de los tipos de textos folkloricos que existen.
Teatro folklórico
El teatro folclórico igual que el teatro de autor tiene dos partes:
- Texto dramático (no quiere decir que sea triste)
- Representación
El teatro folclórico está bastante relacionado con la religión católica, así como se sigue representando La Pasión en algunos pueblos (incluso antes de la Edad Media).
Pero hay más, por otra parte, además de representaciones religiosas, también había representaciones eróticas festivas (en plan picante), con escenas de sexo y personajes bastante maquillados. Se solía hacer en las plazas de pueblos, en carnaval…
También existe otro teatro folclórico llamado Cómicos de la Legua. ¿Ni idea verdad? Era gente que se subía a un carromato e iban por los pueblos para hacer representaciones por las plazas de los pueblos, donde hacían bailes, canciones…
Poesía Folclórica
La poesía folclórica es muy abundante. Está ligada a la música y/o a lo lúdico. Ejemplo: Cantigas Galaico-Portuguesas --> primeras manifestaciones en la Península Ibérica.
Poesía folclórica infantil:
- La primera recopilación de canciones para jugar para niños data del siglo XVI.
- La única poesía para recitar que encontramos son las oraciones religiosas (no las de misa, ni las institucionalizadas, sino las oraciones de carácter pagano y las que no tienen un origen católico sino ritual)
Clasificación de la poesía folclórica según Cerrillo.
Cerrillo distingue entre la poesía tradicional (origen lejano) y la poesía popular (tiene autor pero cobra tanta popularidad que la autoría pasa a segundo plano llegando a perderse).
- Textos en prosa
Básicamente son cuentos para niños:
. Porque llevamos un siglo utilizándolos con ellos (ausencia de literatura infantil)
. Disney y Hanna Babera utilizaron estos cuentos folclóricos para su películas, cortos... (1945: Disney --> Blancanieves)
No hay muchas recopilaciones de este tipo de textos. En la primera mitad del siglo XX empiezan a interesar y se realizan una serie de investigaciones, destacando la del estructuralista Vladimir Propp ("Morfología del cuento")
Vladimir Propp recopiló una cantidad ingente de cuentos rusos, ante tal recopilación necesitó establecer un orden por lo que creó una clasificación:
- Mitos: textos de origen religioso (religiones que bien han desaparecido, bien los mitos son la parte más remota de la religión). Sirven para explicar al pueblo hechos sociales, naturales o psicológicos. Estos relatos tenían como protagonistas a Dioses y héroes.
- Animales: Todos los personajes son animales. Tipos:
. Los personajes representan a personas (ej. los siete cabritillos)
. Son cuentos de carácter animista (se da vida a algo inanimado)
. En estos cuentos no hay moraleja (la moraleja tiene que estar anexa al cuento) pero sí tiene enseñanzas que se pueden aplicar a la vida cotidiana (ej. Los tres cerditos)
* Fábulas: los animales representan arquetipos humanos. Representan vicios y virtudes de los seres humanos. Las más antiguas que se conservan son las fábulas de Esopo.
- Cuentos de fórmula:
. Bien el cuento en su totalidad, bien parte del mismo hay que aprendérselo de memoria. (Ej. Este es un gato con las orejas de trapo y el culo al revés. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?)
. Cuento de la "Ratita Presumida". Hay que aprenderse una parte (acumulativa) que le da fuerza al cuento.
- Cuento de hadas o maravillas
(El término fantástico no existe para cuentos, es "maravilloso")
. Personajes de fantasía, incluidos aquellos en los que se mezclan humanos y animales y se hablan. (Ejemplo. "Ricitos de oro")
Gianni Rodari establece otra clasificación: Divide los cuentos por temas para trabajarlos en el aula.
. Cuentos de animales
. Cuentos mágicos (incluye los mitos)
. Cuentos de bromas y anécdotas (incluye los cuentos de fórmula)
Sara Jane Bryant. Es la primera cuentacuentos de fama mundial. Contaba cuentos a niños de infantil y primaria (años 60 y 70). Hace otra clasificación:
. 3-5 años
. 5-7 años
. 7-12 años
http://doritatambienlee.blogspot.com/2011/05/poesia-folclorica.html
Podemos hablar de grandes recopilaciones de textos folklóricos:
En el siglo XVII aparece Rodrigo Caro, que recogió textos en verso. Su obra maestra, Días geniales. La obra se divide en seis capítulos, de los que los dos primeros se refieren a los juegos deportivos y circenses de la antigüedad grecorromana y a la danza, con un gran bagaje de erudición. El tercero y el cuarto se dedican a los juegos de azar, así como al ajedrez y las damas, los juegos de pelota, corros y otros. El quinto y el sexto son los que se dedican preferentemente a los juegos infantiles, en las más diversas modalidades. La riqueza del libro procede del hecho de que es, al mismo tiempo, una orgía erudita que da cuenta del origen de todos los juegos y costumbres pueriles en la antigüedad (Menéndez Pelayo, 1941, pp. 188) y una obra de folklore legítimo que ha de satisfacer alo nuevos investigadores de los usos, juegos y tradiciones populares.
En cuanto a los aspectos formales de la obra, cabe destacar que fue escrita en lengua vulgar, en castellano, y no en la lengua de los eruditos, el latín.
Se dedicaba a recoger canciones de los niños, juegos, las primeras recopilaciones Romancero, Cantigas, aunque se mueva por el pueblo, no es creada para el pueblo, porque tiene carácter culto.
En el siglo XVIII, el siglo de las luces de la razón, los enciclopedistas se dedican a escribir y… ¿por qué iban a descartar el saber popular? Hay un elemento curioso, en Francia reinó el Rey Sol (Luis XIV), que vivía en Versalles. Siempre, cada día tenía representaciones, actuaciones para que el rey se entretuviera, y los cuentos más famosos que le gustaban era los de Bocaccio (italiano), el cuento “Decamerón” historias eróticas.
Otra recopiladora importante es Madame Leprince de Beaumont, con la historia del lobo blanco que representa la historia de “la bella y la bestia”. Esta historia fue creado, porque Madame escuchaba siempre los relatos que se le contaba al rey, una historia le gusto, e hizo sus adaptaciones y la creo.
Aparece Chales Perraul, pedagogo, que utiliza muchos los relatos breves que las nodrizas le contaban. Sus gustos iban dirigidos al folklore y al folklore celta. Se dedico a recoger cuentos que publicó e hizo que corrieran en la corte, utiliza estas historias adaptándolas y añadiéndole su propia moraleja para moralizar a la gente. Los que nos lleva a decir que son historias para literarias ahora debido a su intención moralizante.
Son textos dirigidos específicamente a la corte, no estaban escritos para niños. A esta serie de relatos se les llamo Cuentos de mama oca.
Un siglo después en Alemania, siglo XIX destacan los cuentos para la infancia y la juventud. Los cuentos de los hermanos Grimm ( siguen el esquema Propp). Sigue el ideal nacionalista, aunque ellos no eran nacionalistas exaltados, alguien les propuso recoger historias folclóricas “alemanas” para que toda esa riqueza alemana no se perdiera. Su afán no era adaptar era conservar, por ese motivo no querían cambiar los textos, querían plasmarlos tal y como los contaban. Ninguno de los cuentos de los hermanos Grimm estaba escrito para niños menores de 10 años. Los niños a partir de esa edad compraban el libro, pero debido a que los temas eran temas de sexo violencia, pelea… los padres de los niños se quejaron, e impusieron que o cambiaban el libro o el texto. El editor no quería cambiarlo por lo que los hermanos Grimm después de pensarlo hicieron pequeñas adaptaciones, como por ejemplo una asesina quería matar a los hijos y pasaron a llamarlo madrastra.
Es más fácil hacer una adaptación de algo que ha sido menos cambiado, que de algo que ha sido muy tocado, por ello es mejor los Hermanos Grimm
En la segunda mitad del siglo XIX, en Inglaterra Charles Dickens escribía literatura “juvenil” con niños de la calle como protagonistas; en Dinamarca el tercer gran adaptador de relatos Hans Christian Andersen, los premios de literatura infantil mundiales son los “Premios Andersen”, al mejor escritor y al mejor ilustrador.
La estatua de la sirenita en Copenhague fue construida estando él vivo, estatua inspirada en un cuento y en vida del autor, lo que indica que fue una persona importante y que se le conocía. . Tiene escritos de autor son cuentos con personajes reales como “La Cerillera”
No tiene moralejas en sus cuentos, pero si podemos encontrar enseñanzas, lo que nos indica que estos cuento si son literatura.
Sus cuentos son historias inspiradas en historias folklóricas (La sirenita, el soldadito de plomo)
Saca las ideas de las historias que se contaban de boca en boca, y lo adaptaba. Su manera de inspirar era con son esas ideas.
Eran textos muy adaptados, ya que al venir de boca en boca, ya habrían sufrido muchas modificaciones.
Era el único que escritor que le gustaba poner las ideas bonitas y a su manera.
Las historias de Andersen siempre acababan mal, aunque parezca que acaba bien siempre es malo, por ejemplo La sirenita, no se valora a si misma, no quería ser sirena no valora su esencia.
Se dice que la historia del Patito feo era su autobiografía, fue repudiado por su mujer.
Por último en España en el siglo XIX y XX Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) ella nacida en España, se encargo de recopilar muchos textos folklóricos en verso. Adapta obras para contar a los niños.
Sus textos eran para literarios ya que su función era moralizante Un cosa curiosa a destacar es que convierte a los personajes del mundo mágico, paganos, en imaginería cristiana, religiosa, pero popular. Al demonio se le llamaba Pedro Botero, las calderas de Pedro Botero al infierno.
Y por ultimo ¿ cómo debemos contar los cuentos en Primaria?
Una primera cualidad que debe tomar en consideración el narrador, es que ha de transmitir, y no se transmite lo que no se tiene. En este sentido debemos no sólo conocer la historia que desea narrar, sino además, tenerla en cierto modo asimilada, al objeto de imprimirle su propia emoción, de “transmitirla” porque la sentimos y nos la creemos nosotros mismos.
Además, hemos de saber que el narrador se convierte en intérprete de los hechos que va a narrar, cuyo protagonismo, puede acabar en él, o trasmitírselo, en aras a su destreza, a los propios niños del auditorio (haciéndoles participar de la narración mediante preguntas, repeticiones, o intervenciones esporádicas). Esta fórmula favorece su implicación y hace que vivan más intensamente la narración.
No obstante, todos somos personas limitadas, y resulta necesario ser conscientes de nuestras limitaciones. Parte del éxito que se consigue con una narración estriba en la intensidad con que el narrador se empeña en transmitir al grupo. Captar su atención es una condición imprescindible para lograr el éxito de la experiencia, pues en caso contrario, podemos hacer que una bonita historia resulte mediocre y pierda todo su encanto. Si el narrador no se cree capaz de conseguir “captar” únicamente en base a sus palabras, expresiones o la representación que va a hacer, o cuando piense que la narración resultará mucho más intensa con un apoyo externo, no importa que se ayude de elementos complementarios que refuercen su aportación personal.
En cuanto al ambiente, que como sabemos, ayuda, es bueno mantener una proximidad con el auditorio, incluso que éste esté lo más próximo al narrador (en semicírculo, por ejemplo). Cuando es personal, la narración conviene hacerla en el regazo, pues los niños actúan en todo momento movidos por sus sentimientos y emociones.
Una vez iniciado el relato, es necesario mantener la tensión, y el clima generado, de encanto o misterio. La atención del auditorio ha de responder a la propia narración, y el niño ha de verse embaucado por ésta.
En el aspecto formal son tan importante el lenguaje verbal como el no verbal. La expresión ha de resultar clara, nítida, y movida por los intereses que la propia narración imponga a la voz. Eso sí, sin exageraciones innecesarias. La sencillez ha de caracterizar toda la expresión, pues será la mejor forma de aportar naturalidad a nuestra narración. Como dice Cone Bryant “contar un cuento consiste en excluir todos los elementos extraños y buscar la brevedad, la sucesión lógica de las ideas y la claridad de la alocución”.
No podemos ignorar la dramatización que conlleva toda expresión narrativa. Esto no significa que tengamos que convertirnos en “actores” que dramatizan un relato, no, ni mucho menos. La narración requiere únicamente identificarse con cada situación, y poniéndonos en la piel de los personajes, transmitir sus propios sentimientos ante los hechos acaecidos. Se trata de interpretar la narración sólo hasta el punto de facilitar que el auditorio se lo imagine. Siempre de manera espontánea, y por supuesto, haciendo que nos salga de dentro, de modo agradable.
Hemos de demostrar confianza en nosotros mismos, demostrar entusiasmo en lo que hacemos, y veremos cómo la facilitad expresiva irá mejorando a medida que uno pierde la conciencia del yo, para sentirse dentro de la narración. Y del mismo modo, su expresividad resultará cada vez más intensa.
Una primera cualidad que debe tomar en consideración el narrador, es que ha de transmitir, y no se transmite lo que no se tiene. En este sentido debemos no sólo conocer la historia que desea narrar, sino además, tenerla en cierto modo asimilada, al objeto de imprimirle su propia emoción, de “transmitirla” porque la sentimos y nos la creemos nosotros mismos.
Además, hemos de saber que el narrador se convierte en intérprete de los hechos que va a narrar, cuyo protagonismo, puede acabar en él, o trasmitírselo, en aras a su destreza, a los propios niños del auditorio (haciéndoles participar de la narración mediante preguntas, repeticiones, o intervenciones esporádicas). Esta fórmula favorece su implicación y hace que vivan más intensamente la narración.
No obstante, todos somos personas limitadas, y resulta necesario ser conscientes de nuestras limitaciones. Parte del éxito que se consigue con una narración estriba en la intensidad con que el narrador se empeña en transmitir al grupo. Captar su atención es una condición imprescindible para lograr el éxito de la experiencia, pues en caso contrario, podemos hacer que una bonita historia resulte mediocre y pierda todo su encanto. Si el narrador no se cree capaz de conseguir “captar” únicamente en base a sus palabras, expresiones o la representación que va a hacer, o cuando piense que la narración resultará mucho más intensa con un apoyo externo, no importa que se ayude de elementos complementarios que refuercen su aportación personal.
En cuanto al ambiente, que como sabemos, ayuda, es bueno mantener una proximidad con el auditorio, incluso que éste esté lo más próximo al narrador (en semicírculo, por ejemplo). Cuando es personal, la narración conviene hacerla en el regazo, pues los niños actúan en todo momento movidos por sus sentimientos y emociones.
Una vez iniciado el relato, es necesario mantener la tensión, y el clima generado, de encanto o misterio. La atención del auditorio ha de responder a la propia narración, y el niño ha de verse embaucado por ésta.
En el aspecto formal son tan importante el lenguaje verbal como el no verbal. La expresión ha de resultar clara, nítida, y movida por los intereses que la propia narración imponga a la voz. Eso sí, sin exageraciones innecesarias. La sencillez ha de caracterizar toda la expresión, pues será la mejor forma de aportar naturalidad a nuestra narración. Como dice Cone Bryant “contar un cuento consiste en excluir todos los elementos extraños y buscar la brevedad, la sucesión lógica de las ideas y la claridad de la alocución”.
No podemos ignorar la dramatización que conlleva toda expresión narrativa. Esto no significa que tengamos que convertirnos en “actores” que dramatizan un relato, no, ni mucho menos. La narración requiere únicamente identificarse con cada situación, y poniéndonos en la piel de los personajes, transmitir sus propios sentimientos ante los hechos acaecidos. Se trata de interpretar la narración sólo hasta el punto de facilitar que el auditorio se lo imagine. Siempre de manera espontánea, y por supuesto, haciendo que nos salga de dentro, de modo agradable.
Hemos de demostrar confianza en nosotros mismos, demostrar entusiasmo en lo que hacemos, y veremos cómo la facilitad expresiva irá mejorando a medida que uno pierde la conciencia del yo, para sentirse dentro de la narración. Y del mismo modo, su expresividad resultará cada vez más intensa.
Perfecto. Solamente tienes que cambiar la frase: "Se cree que Blancanieves fue el primero texto folklórico, para poder traspasarlo a película..." por "Blancanieves fue el primer texto folclórico que Disney llevó al cine, para poder hacerlo..."
ResponderEliminarObviamente, dado que es imposible rastrear el origen de los textos folclóricos, es imposible saber cuál fue el primero.